lunes, 7 de mayo de 2012

El Cofre



Hoy necesito abrir el cofre. El que tengo lleno de momentos mágicos, sonrisas y alegrías. Necesito abrirlo porque no me siento bien y, cuando eso sucede, me olvido de las cosas que me hacen feliz. Me desdibujo, me pierdo. Mi cofre no es una caja física, sino que está en mi cabeza, son imágenes y recuerdos que me hacen bien. No soy de retener objetos, no me apego a lo material, es más, lo material muchas veces me pesa, me incomoda. No suelo guardar fotos antiguas ni pertenencias de mis antepasados, ni siquiera las mías. Prefiero ir liviana por la vida sin tanta carga, por eso mi cofre es, digamos, virtual. La primera foto mental que guardo ahí es cuando nació mi hermano, ese fue el día más feliz de mi niñez (tal vez de toda mi vida). La segunda es cuando llegué a Inglaterra; no podía creer que después de haber estudiado literatura inglesa tantos años, estuviera en la casa de William Shakespeare. La tercera cuando me propusieron matrimonio y abrí la cajita con el anillo. La cuarta cuando, una vez divorciada, me mudé a mi primer departamento sola; la sensación de independencia y de poder que sentí en ese momento fue única. Una de mis preferidas es cuando fui a ver al cine mi primer película traducida, mi primer subtitulado, y luego de algunos años, cuando "El Señor de los Anillos" ganó el Oscar a mejor película y me contactaron de New Line Cinema para felicitarme por mi trabajo de traducción en la trilogía. Después de dos o tres años más, otra perla en mi historia fue cuando me propusieron dar la comunión en la Iglesia. Sentí que Dios me elegía para estar más cerca de Él. Y mi vida cambió.  Ya más reciente, la relación con mis alumnos que son todos adultos y se han convertido en mis amigos y compañeros de vida. Aprendemos y nos divertimos todo el tiempo y ellos hacen que me sienta realizada como persona. Por último, la creación de este blog como excusa para volver a escribir. En mi cofre todavía hay mucho lugar que espero llenar con nuevos momentos: con una pronta mudanza, con una nueva pareja, un viaje, un libro…ahhhhh, ya me siento mejor. Cierro el cofre y abro los ojos.

Hoy no hubo té, tampoco libros. Mejor los dejamos para la semana que viene.  



5 comentarios:

  1. El cofre mágico. Y real. Y único. Nunca pierdas la llave, amiga, y si la perdés prometo ayudarte a encontrarla.

    En mi cofre también hay una foto de las dos, despeinadas, sonrientes, chiquitas, jugando con la coneja Nicolasa.

    Te quiero y te doy un abrazo. Bien fuerte.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, mi amor, pero la coneja se llamaba Pedra. Te quiero, amiga de mi niñez!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Y siempre la recuerdo como Nicolasa! ¿De dónde vendrá ese nombre, no? Esa carita de cachetes colorados y orejas de peluche está grabada en mi recuerdo con un nombre diferente. Vaya a saber por qué...

      Eliminar
  3. identificada por todos lados, tengo tambien mi cofre. Y cada vez que me pierdo, brota dentro de mi en pinceles y acrilicos, y me pierdo en los colores y las formas.
    son hermosas tus palabras!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias y gracias por tu visita. Ponete cómoda, es tu casa :)

      Eliminar