A
pesar de que Tea Connection es una franquicia y por principios no quería hablar
sobre cadenas del estilo de Starbucks sino más bien poner la atención en sitios
no tan masivos; sucede que vuelvo a Tea Connection una y otra vez. Si bien no es una casa de té propiamente
dicha, el lugar es divino, la comida muy rica y los tés tan originales que
decido liberarme de los prejuicios y lanzarme a la escritura sin paracaídas.
Tea
Connection prepara sus propios blends que por cierto son únicos y venden las
latas por si uno se los quiere llevar a casa.
Cuando
llega el té a la mesa viene con un reloj de arena y la camarera nos sugiere la
cantidad de vueltas que debemos darle al reloj antes de servírnoslo. Por lo general
son entre una y dos vueltas. Uno no suele darse esos tiempos de espera
habitualmente. Un minuto en el reloj de arena corre lento cuando lo miramos
fijo. Pero lo divertido es que de repente toda nuestra atención pasa a estar
fija en el reloj. La charla se detiene. El té se está creando.
A
lo que se le presta atención, crece en importancia y el té no escapa esa
premisa. Hoy estoy con una amiga y probamos una mezcla que se llama Africana,
que contiene en su preparación notas de coco, toffee y vainilla, sí, toffee en
el té. Para mi amiga una delicia, para mí un poco demasiado oleoso, pero una de
las grandes novedades en mi camino hasta el momento. Creo que el intento vale
la pena.
Con
el paladar dulce y el sol en la ventana, mi amiga y yo nos ponemos al día y la
tarde transcurre plácida. A veces la felicidad está escondida en los lugares
que menos pensamos.
www.teaconnection.com.ar
Dulce, bello, invita.
ResponderEliminarGracias, Maro!
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